Sanación con obsidiana y acompañamiento terapeútico

¿Tienes miomas, pólipos, dolores menstruales, dificultades para tener orgasmos, para tener hijos? ¿Has sufrido (tú o alguna mujer de tu familia) un abuso sexual? ¿Has consentido alguna vez una penetración que no te apetecía por “amor”, por cansancio, para que me deje tranquila, porque “como que he llegado hasta aquí ahora tengo que acabar”? ¿Tus relaciones sexuales son tóxicas, no te satisfacen como crees que lo podrían hacer o sientes que tienes bloqueos que no te ayudan a disfrutar del sexo sola o en compañía? ¿Has tenido sexo para obtener algo a cambio? ¿Has tenido sexo alguna vez por resentimiento, venganza, desidia, necesidad de cariño, etc.?

¿Quieres empoderarte más como mujer, sentirte más a gusto contigo y segura de ti misma? ¿Quieres desbloquear los canales de comunicación con tu intuición genuina?


La sombra

El trabajo con la propia sombra que abre el uso vaginal del huevo de obsidiana es un proceso a veces doloroso que muchas mujeres, debido a la fama adquirirda por este método en los últimos años, afrontan con la única guía de un libro introductorio o de Santo Google. Y tantas y tantas mujeres lo dejan a mitad porque no saben gestionar los procesos que viven.

Traer a la superficie la sombra y mirarla a la cara es una batalla que, con el debido acompañamiento terapéutico, puede suponer dar mucha luz y serenidad a la propia vida pero esto será al final de un camino que es necesario recorrer y dónde es fácil perderse o querer huir a la mínima de cambio. Porque la sombra está, en todo el mundo, nos guste o no. Mirarla a la cara nos da el poder sobre ella. Somos luz y somos sombra. Si la escondemos, la reprimimos. Y todo aquello que se reprime encuentra su vía de fuga y entonces sale sin nuestro control. Lo vemos con el agua, en casa, en la escuela, a la sociedad, etc.

El patriarcado

Las mujeres de todas las sociedades patriarcales traemos una memoria en nuestras células de miles de años de represión y de violencia hacia nosotras. Hoy en día todavía lo vemos no sólo a las noticias de asesinatos de mujeres en manos de sus compañeros o de lapidaciones o mutilaciones genitales en culturas extranjeras. Lo vemos en nuestro vocabulario (nenaza, coñazo, hija de puta, putada), en las discriminaciones de género en los trabajos y los sueldos, en el desprecio de todo aquello que es femenino (vestir de rosa a un niño es casi un insulto, llorar es de niñas, la ciclicidad hormonal y emocional característica las mujeres es vivida como una lacra insoportable para los que viven con mujeres,…), en la necesidad de las mujeres de protegerse constantemente de posibles agresores sexuales y de justificarse cuando son víctimas de un acoso,… y un larguísimo etcétera.

Hace como aquel que dice dos días que éramos legalmente propiedad de nuestro marido, que las mujeres podían ser vendidas como esclavas y usadas para satisfacer impulsos sexuales de los hombres. Que la infidelidad femenina se pagaba con la vida. Hace como aquel que dice dos días que las mujeres tenían que casarse para sobrevivir y la que no lo hacía sólo tenía la salida de los hábitos o de ser acusada de bruja o más recientemente de lesbiana como calificativo peyorativo. Y hace todavía mucho menos que la mujer ha dejado de ser un sujeto productor de fuerza de trabajo y todavía menos que se sabe que tenemos orgasmos y que los reivindicamos.

Toda esta larga historia, nuestra historia, la tenemos grabada en nuestra sombra y el huevo de obsidiana la arranca de las profundidades del inconsciente para permitirnos trabajarla desde el consciente.

Es así como sanamos nuestro sistema sexual y como nos empoderamos para vivir fuertes, livianas y enteras.

Propuesta

Esta es una propuesta de sanación de  tres meses, la mínima duración del trabajo con el huevo de obsidiana, que empieza a partir de la festividad de Samahín en la que entramos en la mitad oscura del año, época en la que las energías de la naturaleza y, por lo tanto también las de las personas se dirigen hacia el interior invitando a la introspección y la sanación de las heridas ocultas en la sombra. . El acompañamiento se hace con  dos sesiones presenciales al mes  que se pueden realizar en Barcelona o Banyoles en las que nos apoyaremos con diferentes herramientas terapéuticas usadas según se crea conveniente según las particularidades de cada persona y de cada sesión:  terapia tántrica, tao de la mujer, kinesiología  sutil, emocional y transgeneracional,  tapping,  acupuntura,  terapia floral, biomagnetismo, interpretación de sueños, gestalt  y  masaje tántrico  (equivalente dos sesiones de consulta presencial). Las sesiones se realizaran con una regularidad quincenal y durante las semanas alternas se establece un contacto por mail para acompañar el proceso y resolver dudas.

Si tienes dudas, escríbeme a infoseda@sedacalenta.com

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